22 junio 2007

El oso pardo (Ursus arctos)

El oso pardo se distribuye en la península ibérica en dos zonas principalmente, en la Cordillera Cantábrica y en los Pirineos. En estos momentos se encuentra en grave peligro de extinción, debido a que los humanos estamos invadiendo su hábitat y a la caza furtiva. Se estima que en la actualidad hay unos 100 ejemplares entre sus dos principales localizaciones. Hay diversos planes de actuación para la recuperación de esta especie.

Características físicas: el oso es un animal plantígrado, que quiere decir que al andar apoya todo su peso en las plantas de los pies.Es corpulento y musculoso, con una cabeza pequeña en relación al cuerpo.

Peso: su peso medio es para los machos de 120kg y de 95kg las hembras, aunque depende de la cantidad de alimentos de que dispongan y de la edad, pudiendo alcanzar los 200kg los machos.

Dimensiones: tiene una altura de 170cm a 200cm, y una anchura de 900cm a 1000cm.

Longevidad: los individuos pueden llegar a vivir 25 años en cautividad.

Pelaje: es variable, desde el negro, marrón claro y oscuro, amarillo claro o gris en los individuos de más edad. El color del pelaje no es uniforme, ya que varía dependiendo la parte del cuerpo y de la época del año. Las extremidades son más oscuras, llegando a poder ser negras. La longitud del pelo es aproximadamente de 2 a 15cm, siendo más corto en la cabeza y en el vientre, y más largo y espeso en el resto del cuerpo. Muda el pelaje totalmente antes de que llegue el calor intenso, que dura entre 30 a 40 días.

Sentidos: tiene el olfato y el oído excelentes, aunque la vista la tiene un poco defectuosa, sobretodo con la edad.




Hábitat: vive en bosques de montaña y en zonas rocosas con matorral. En la península ibérica se encuentran en la Cordillera Cantábrica y en los Pirineos. Al desplazarse lo hace ocultándose entre la densa vegetación, en vez de ir por campo abierto. Camina de forma lenta, con la cabeza baja mirando hacia el suelo o hacia los lados. Es muy inquieto y puede pasar de un monte a otro en busca de alimento. Puede llegar a subir pendientes de 45º con cierta rapidez. Vive de forma solitaria y es nómada, siendo su forma de vida austera. Come poco teniendo en cuenta sus dimensiones.



Alimentación: los osos son omnívoros, aunque predomina lo vegetal. Su alimentación depende de la época del año, ya que puede encontrar un alimento u otro en cada estación. Durante el verano y otoño come hierba seca, frutos silvestres, raíces y tubérculos que desentierra con las manos. Les encanta los arándanos, sentándose en el suelo entre las matas, y llevándoselos con las dos manos a la boca. Muchos de los frutos los consigue trepando los árboles o sacudiendo las ramas para que caigan al suelo. También se alimenta de animales, como de hormigas, caracoles, babosas, y en raras ocasiones de carroña. Tiene gran afición a la miel, buscando las colmenas para comer tanto la miel como la cera y las larvas.


Hibernación: durante el otoño, la alimentación del oso aumenta, ya que tiene que hacer acopio de alimentos ricos en grasa para llevar a cabo la hibernación. La hibernación se produce de forma solitaria en una cueva o en una osera que él mismo fabrica, cubriéndola de hierba y ramas. Esta osera suele encontrarse en zonas abruptas, de difícil acceso y sin permanecer macho y hembra juntos. No duerme profundamente, sino que sufre un aletargamiento, pudiendo despertarse y huir en caso de necesidad. Duerme enroscado juntando el hocico con el rabo. En esta hibernación la temperatura corporal desciende entre 4 ó 5ºC (quedando en 31ºC) y el ritmo cardiaco baja a 10 latidos por minuto. Con esto consigue ahorrar el consumo energético. Las funciones vitales pueden llegar a interrumpirse durante semanas.



Reproducción: a la edad de 3 ó 5 años alcanza la madurez sexual, intentando los machos montar al mayor número de hembras, pudiendo provocar trifulcas entre ellos. El celo lo tienen entre mayo y julio. Cuando el óvulo se fecunda no se desarrolla, quedando latente hasta noviembre, que coincide con la hibernación. La gestación es de aproximadamente 2 meses. El parto se produce en la osera en enero, pudiendo llegar a tener entre 1 y 3 crías que pesan unos 350gr. Los oseznos permanecen con la madre durante año y medio, aprendiendo de ella cómo alimentarse y cómo defenderse ante las adversidades. El intervalo entre parto y parto es de al menos 2 años. Al ser mamífero, los oseznos en sus primeros 6 meses de vida se alimentan de la leche materna. Al año y medio, la madre deja a los oseznos, independizándose de la madre pero no de sus hermanos, que permanecerán unidos al menos un año más.