02 marzo 2008

El arca de Noé del siglo XXI

Debido al cambio climático las temperaturas globales variarán considerablemente, por lo tanto, muchas especies desaparecerán ya que necesitan un rango de temperatura concreto.


Para evitar que se extingan los vegetales, Noruega acaba de abrir en una isla del Círculo Polar Ártico una bóveda que albergará las semillas de todo el mundo. Se han recibido por el momento 100 millones de semillas provenientes de más de un centenar de países. Cada especie puede contener cientos de semillas, ya que la bóveda puede almacenar 4 millones y medio de muestras.


Esta reserva vegetal intenta conservar especies únicas de importantes alimentos y de distintas variedades de especies muy utilizadas para la alimentación. Las semillas se podrán utilizar ante una pérdida masiva debido a un desastre natural o producido por el hombre para poder comenzar de nuevo la producción agrícola.


Para que se conserven en perfecto estado las semillas, la bóveda está construida a 130 metros de profundidad de una montaña congelada. La instalación está edificada para soportar terremotos, ataques nucleares, y podría soportar los cambios de temperatura que se pudiesen originar por el cambio climático.


Gipuzkoa tiene previsto abrir un homólogo, aunque de menores dimensiones, ya que sólo almacenará simientes de especies raras o amenazadas, y trabajará para preservar la biodiversidad autóctona. Contará con un laboratorio preparado para cultivar las semillas in vitro y una unidad de biología molecular para estudiar el material genético. Este banco de semillas guipuzcoano se sumará a los otros ya existentes en España, como el primero llevado a cabo por la Facultad de Ingenieros Agrónomos de la Politécnica de Madrid o el de Andalucía.

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